La autoestima es esencial para la supervivencia psicológica. La vida puede resultar difícil y penosa sin cierta dosis de autoestima. Una buena autoestima es un factor central en el ajuste socioemocional. Una de las principales capacidades del ser humano es la consciencia de sí mismo: la capacidad de establecer una identidad y darle valor, tenemos la capacidad de definir quiénes somos y luego decidir si nos gusta nuestra identidad o no. El problema está en el juicio, cuando se rechazan partes de uno mismo, se dañan considerablemente las estructuras psicológicas que literalmente lo mantienen a uno vivo.

El juzgarse y rechazarse a sí mismo produce un enorme dolor. Entonces, por temor, evitamos todo lo que podría agravar el dolor del rechazo a uno mismo. Asumimos menos riesgos sociales, académicos o profesionales. Limitamos nuestra capacidad de abrirnos a los demás, ser el centro de atención, atender a las críticas, pedir ayuda o resolver problemas. Para evitar nuevos juicios y autorrechazos, levantamos barreras defensivas. Sentimos culpa, nos enojamos, nos sumergimos en el perfeccionismo, nos ponemos excusas o recurrimos a adicciones.

Se puede poner fin a estos juicios. La psicoterapia puede curar antiguas heridas fruto del agravio y el autorrechazo. La forma en que uno se percibe y siente a sí mismo puede cambiar. Y cuando cambian estas percepciones y sentimientos ese efecto influirá en todas las áreas de nuestra vida, procurando una sensación cada vez mayor de libertad, seguridad, integridad psicológica, autonomía y capacidad para autodirigirse.

La autoestima positiva se relaciona con una vida más feliz y efectiva. Por ejemplo, la depresión se ha unido a un estilo cognitivo que incluye evaluaciones de uno mismo excesivamente críticas y negativas.

¿Qué significa “alta” o “baja” autoestima?

Una alta autoestima es una visión “saludable” de sí mismo, una visión que encierra realísticamente los defectos pero no es duramente crítica de ellos. Una persona que tiene una autoestima positiva se evalúa a sí mismo en forma positiva y se siente bien con respecto a sus puntos fuertes. Una persona que tiene confianza en sí misma generalmente trabaja duro para mejorar las áreas débiles, pero al mismo tiempo se perdona a sí misma, cuando a veces, es deficiente en sus objetivos.

Alguien con baja autoestima, frecuentemente exhibe una actitud artificial aparentemente positiva frente al mundo, en un intento desesperado de probar a los demás y a sí mismo, que es una persona adecuada. O puede retraerse dentro de sí, temiendo el contacto con los otros, para evitar ser rechazada. No se siente orgullosa de sí.

Algunas consecuencias negativas de juzgarse duramente a sí mismo:

  • Se enoja o deprime cuando es criticado.
  • Evita las situaciones sociales en las que existe una posibilidad de crítica o rechazo. No asume riesgos, no conoce a nuevas personas y se siente solo.
  • Usted teme que los demás vean sus puntos débiles y se sientan tan disgustados por ellos como lo está usted.
  • Evita disciplinar a sus hijos porque teme su enojo.
  • Le cuesta poner límites y decir no en las relaciones porque teme que la otra persona se enoje.
  • Teme pedir cosas porque la negativa significaría que es una persona indigna.

¿Cómo puedo elevar mi autoestima?

Las situaciones del pasado y circunstancias externas que pudieron contribuir a una baja autoestima (estilo de crianza de los padres, problemas de comunicación, eventos traumáticos, dificultades sociales, entre otras) ya no están presentes en nuestra vida actual. Pero muchos de esos episodios se mantienen vivos en nuestra mente, generando crónicamente pensamientos negativos y autocríticos. Estos pensamientos luego desencadenan culpa, enojo, tristeza y otras emociones perturbadoras.

Hasta la fecha, se han escrito muchos libros de autoayuda sobre este tema, pero ellos no son la respuesta para todos. Muchas personas precisan la ayuda de un psicoterapeuta experto para cambiar estos sentimientos negativos tan arraigados.

Una relación franca y sincera con el terapeuta, puede producir enormes cambios. No tema buscar ayuda y conseguir el apoyo de otra persona que le cuide y tenga los conocimientos necesarios para orientarle a lo largo del proceso de cambio.

Un psicoterapeuta puede ayudarle a través de técnicas cognitivas, a identificar y controlar estos pensamientos de autoacusación y autorreproche, enseñándole a descubrir y analizar las afirmaciones negativas que usted habitualmente se hace. Aprenderá a crear nuevas afirmaciones de sí mismo, objetivas y positivas, que fomentarán su autoestima en vez de socavarla.

Además, podrá responder a la pregunta: ¿Qué clase de autoestima fomenta mi familia en los niños y refuerza en los adultos?